En las ecoaldeas Hare Krishna —también conocidas como ecovillages— cada comida es una oportunidad sagrada para conectar con lo divino. Antes de comer, los devotos ofrecen los alimentos a Krishna con amor, gratitud y devoción. Este acto transforma la comida ordinaria en Prasadam, alimento espiritual que purifica el corazón y nutre tanto el cuerpo como el alma.
El Prasadam no es simplemente comida; es una expresión tangible de la misericordia de Dios. Preparado sin violencia, con ingredientes naturales y con una conciencia pura, cada plato está impregnado de energía espiritual. Compartirlo con otros es una forma de servicio desinteresado y una celebración de la unidad entre todos los seres.
En estas comunidades, el ambiente es de alegría, humildad y fraternidad. Alrededor de una mesa sencilla, los devotos y visitantes disfrutan juntos de este regalo divino, recordando que la verdadera felicidad no está en el sabor de los sentidos, sino en la gratitud del corazón. Comer Prasadam es, en sí mismo, una práctica de meditación, un momento para reconectarnos con la naturaleza, con Krishna y con nuestro propósito espiritual.
Duno –
I thoroughly enjoyed myself and thought it was one of the best vacations I’ve ever had.